Con la llegada de septiembre, no solo inauguramos un nuevo curso académico. Para muchos, este mes simboliza un «inicio del año» más significativo que el que marca el calendario de enero. Es un período en el que retornamos de las vacaciones estivales con energías recargadas y preparados para afrontar los próximos desafíos.
Si estás debutando en la vida universitaria, enseguida te darás cuenta de que la universidad es un territorio diferente a la secundaria, con un volumen de contenido, complejidad y ritmo vertiginoso que pueden poner a prueba las técnicas de estudio que hasta ahora habías aplicado con éxito.
Pero, ya sea que estés comenzando tu andadura o te encuentres en una etapa avanzada de tu carrera, siempre es un buen momento para incorporar o perfeccionar los métodos de estudio.
Afortunadamente, hay muchas técnicas comprobadas que pueden ayudarte a maximizar tu rendimiento. En este artículo, te presentamos algunas de las más efectivas para que estés ready for action.
1. Técnica Feynman
La Técnica Feynman lleva el nombre de su creador, Richard Feynman, físico ganador del Premio Nobel en 1965 y profesor en el Instituto Tecnológico de California. Era conocido por desglosar teorías complejas en términos sencillos para sus estudiantes.
Este método consiste en enseñar lo que has aprendido. ¿Cómo se aplica?
- Elige un tema y desarróllalo por escrito de manera simplificada, incluyendo todo lo que recuerdes.
- Explica el contenido en voz alta, como si impartieras una clase. Si hay áreas que no fluyen fácilmente, es indicativo de que aún no las dominas.
- Repasa y refuerza esos puntos y vuelve a escribir la información de manera simple.
- Finalmente, explica de nuevo en voz alta.
La idea central es que, si puedes enseñar un tema de forma sencilla, lo has comprendido en profundidad.
2. Método SQ3R
SQ3R se refiere a: Escanear (Survey), Preguntar (Question), Leer (Read), Recitar (Recite) y Revisar (Review). Es una técnica estructurada que favorece la comprensión y la retención transformando la lectura pasiva en un proceso activo.
Se compone de cinco pasos:
- Escanear (Survey): Antes de leer detalladamente, echa un vistazo rápido del contenido, identificando títulos, imágenes y puntos clave para obtener una visión general.
- Preguntar (Question): Transforma los títulos y subtítulos en preguntas para darle un propósito a tu lectura y activar tu interés.
- Leer (Read): Con esas preguntas en mente, lee el material buscando respuestas, manteniéndote activamente involucrado en el contenido.
- Recitar (Recite): Tras finalizar una sección, recapitula en tus propias palabras lo aprendido sin mirar el texto, reforzando tu comprensión.
- Revisar (Review): Al concluir la lectura, repasa tus preguntas y las respuestas encontradas para consolidar tu aprendizaje.
3.Estudio Distribuido
La idea de este método es sencilla: en lugar de estudiar durante muchas horas seguidas, distribuye tu estudio a lo largo de varios días. Esta técnica evita la fatiga y mejora la retención a largo plazo para un aprendizaje efectivo y duradero.
Para aplicarlo:
- Planifica con Anticipación: Establece un calendario de estudio con sesiones de duración moderada, asegurando que cubres todo el material antes del examen o fecha límite.
- Revisión Activa: En cada sesión, repasa lo que aprendiste en la anterior para reforzar la información.
- Descansos Inteligentes: Entre las sesiones, toma descansos y realiza actividades diferentes, lo que te ayudará a asentar lo aprendido y a prevenir el desgaste.
4. Elaboración de mapas conceptuales
Los mapas conceptuales son esquemas gráficos que facilitan la comprensión y retención de información. Estas herramientas permiten visualizar conexiones y relaciones entre diferentes ideas de una manera estructurada.
Para elaborar un mapa conceptual:
- Identifica el concepto principal: Este será el núcleo de tu mapa, y generalmente se ubica en el centro del papel o pantalla.
- Agrega subtemas o ideas relacionadas: Desde el concepto central, traza líneas hacia fuera para representar ideas secundarias o aspectos relacionados con el tema principal.
- Conecta las ideas: Utiliza líneas y palabras de enlace para mostrar relaciones o conexiones entre los diferentes conceptos.
A medida que profundices en el estudio, puedes seguir añadiendo más detalles al mapa. Puedes elaborarlo de manera tradicional, utilizando lápiz y papel o servirte de herramientas online que te permitan realizar anotaciones digitales, como quickoffice, penultimate, squid, simplenote o moleskine journal, entre otras.
5. Estudio Activo
El estudio activo se centra en interactuar activamente con el material de aprendizaje en lugar de ser un receptor pasivo. Esta técnica fomenta la retención y comprensión profunda del contenido.
Para practicar el estudio activo:
- Subraya: Destaca las ideas principales y detalles esenciales del texto.
- Haz anotaciones: Al margen del material, escribe preguntas, resúmenes o conexiones con otros temas.
- Brainstorming: Comparte y discute lo aprendido con compañeros, permitiendo ver diferentes perspectivas que te ayudarán a resolver dudas y llegar al fondo de la materia.
- Enseña: El hecho de explicar el material a otra persona, reforzará tu comprensión y te permitirá identificar aquellas áreas que requieren revisión.
6. Asociación Mnemotécnica
La asociación mnemotécnica es una técnica que se basa en conectar nueva información con conceptos o imágenes ya conocidos, facilitando su retención. Para aplicar este método:
- Selecciona la información: Identifica la lista que necesitas recordar.
- Crea imágenes vívidas: Asocia cada dato o ítem con una imagen clara y llamativa en tu mente.
- Construye historias: Une las imágenes en una secuencia o relato coherente, lo que te ayudará a recordar el orden y los detalles.
Al vincular información nueva con elementos familiares o historias interesantes, es más probable que recuerdes los detalles cuando los necesites. Por ejemplo, para recordar el orden de los planetas del sistema solar, usamos “Mi vieja tierra murió, Júpiter usa nieve”, donde «Mi» es Mercurio, «Vieja» es Venus, y así sucesivamente.
Estas son sólo algunas de las técnicas recomendadas por las mejores universidades, como Harvard o, incluso, por los preparadores de oposiciones. Pero hay muchas más, por lo que te recomendamos que investigues, pruebes y encuentres la que más se adapta a ti. Recuerda que la clave está en la constancia y en conocerse a uno mismo.
Y, por supuesto, no olvides rodearte de un buen ambiente de estudio. Encontrar un lugar tranquilo, con buena iluminación y libre de distracciones favorecerá tu concentración. Además, ten presente que un buen descanso y una alimentación adecuada son también esenciales. Tu cerebro necesita energía y recuperación para funcionar al máximo.
En la Residencia Universitaria Sarrià, ofrecemos espacios óptimos para tu estudio y bienestar. Contamos con salas de estudio abiertas 24/7, diseñadas para garantizar silencio y concentración, equipadas con mesas amplias, pizarras, ordenadores, enchufes e internet alámbrico y wifi. Para trabajo en grupo, disponemos de salas donde podrás dialogar y debatir sin interrupciones. Además, nuestra biblioteca proporciona el ambiente perfecto para aplicar tus técnicas de estudio. Y cuando necesites un descanso, nuestro restaurante buffet te espera con platos variados, saludables y deliciosos, elaborados en nuestra cocina propia.
¡Buen estudio Rusidente!




