En la actualidad, las personas estamos expuestas a muchas más distracciones que antes, debido al acceso veloz a las nuevas tecnologías. Pero, además, la concentración puede verse afectada por muchas razones. Si bien distraerse no representa un problema serio, lo cierto es que, si se extiende en el tiempo, puede acabar perjudicando el desempeño de quienes están cursando estudios universitarios. Por eso, si en ocasiones tienes problemas para concentrarte, si no encuentras las mejores maneras de estudiar que te resulten adecuadas, si no logras desarrollarte del modo en que hubieras querido, a continuación, te vamos a dar 5 tips a tener en cuenta para mejorar tu concentración al estudiar.
¿Cómo aumentar la concentración a la hora de estudiar?
Muchas veces, dedicamos tiempo a organizarnos y determinar cuáles van a ser nuestros horarios de estudio. No obstante, cuando el momento llega, no encontramos la concentración que estamos necesitando para ello. Le damos vueltas al problema que hemos tenido en el trabajo, pensamos en esa conversación con amigos de ayer, hacemos cálculos de cosas que debemos comprar, las posibilidades son infinitas. En este sentido, la clave para poder estudiar y retener nuevos conocimientos es vaciar – aunque sea un tiempo – la mente de esos pensamientos, pudiendo poner el foco en lo que se está haciendo en el momento. Pero lograr esto no es tarea sencilla. Te vamos a dar algunas claves que pueden ayudarte a lograrlo.
1. Realizar ejercicios de relajación

Es frecuente que creamos que los ejercicios de relajación solamente deben hacerse cuando se quiere dormir bien o cuando se ha estado muy estresado. Pero lo cierto es que la ansiedad y el estrés son grandes enemigos de la concentración. Por eso, si se tiene mucho estrés o nervios, hacer ejercicios de relajación puede ser de gran utilidad para poder calmarse y emprender el estudio del día. Existen distintos tipos de ejercicios de relajación que se pueden hacer antes de estudiar. Algunos son:
Meditar
La meditación consiste en concentrarse en un determinado objeto o pensamiento, como así también en la respiración. A través de enfocarse en una sola cosa, es posible ir desechando aquellos pensamientos que aparecen de manera involuntaria. Si no se sabe meditar, también es posible acudir a meditaciones guiadas que se pueden hacer a través de internet.
Relajación de Jacobson
Esta técnica trabaja sobre determinados grupos musculares, entre los que podemos encontrar la espalda, los tríceps, los hombros y las manos, entre otros. Se trata de empezar a tensar los distintos grupos musculares de manera separada, sosteniendo esa tensión unos 10 segundos. Luego, se debe relajar de manera progresiva durante 15 segundos, también en orden.
Respiración diafragmática
Una de las técnicas de relajación más comunes es la respiración diafragmática. Se trata de realizar respiraciones controladas, llevando el aire siempre al abdomen. Esto se puede hacer en diversas posiciones corporales, pero se recomienda hacerlo acostado boca arriba, poniendo una mano en el abdomen y la otra en el pecho, para poder identificar, en ese contacto con las manos, el recorrido que el aire está haciendo, dónde lo estamos reteniendo, la velocidad del ingreso y la salida del aire, entre otras cosas.
2. Ordenar el espacio
Este factor suele ser uno de los más subestimados a la hora de hablar de concentración para estudiar. Pero lo cierto es que un espacio desordenado o lleno de objetos que funcionen como estímulo puede impedir nuestra concentración a la hora de estudiar. Por eso, si bien no se trata de perder largas horas todo el tiempo acomodando y reacomodando el espacio, sí se recomienda estudiar sobre un espacio que esté limpio, que esté ordenado, que no tenga muchos elementos al alcance o a la vista. Además, para evitar tener que levantarse e interrumpir el estudio, lo ideal es tener a mano lo que se va a necesitar, como puede ser una botella de agua, el ordenador, un cuaderno, etcétera.

3. Planificar
Pese a que puede parecer una contradicción, mientras más estresados estamos y menos tiempo tenemos para estudiar, más dificultades podemos presentar a la hora de concentrarnos. Por eso, lo ideal es evitar estudiar todo a último momento, puesto que esto puede representar un gran estrés. Pero, además, estudiar a último momento nos hace correr el riesgo de que aparezca algún problema que no nos deje llegar. En este sentido, lo mejor siempre va a ser organizarse. Para ello, lo que recomendamos es planificar días y horarios en los que se va a estudiar. Además, así, se puede hablar con amigos y familiares e indicarles que, en la medida de lo posible, eviten contactarse en esos momentos.
4. Alimentarse bien
La concentración no es solamente una cuestión de voluntad. Tiene relación, también, con las condiciones en que nuestro cuerpo y nuestra mente están a la hora de necesitar estudiar. Por eso, una clave para poder mejorar la concentración en el estudio es la buena alimentación. Una alimentación saludable y equilibrada, con horarios más o menos rutinarios, puede hacer que nuestro cerebro funcione mejor a la hora de estudiar, que pueda retener mejor la información. Además, puedes descubrir los 10 alimentos para estudiar mejor durante cualquier época del año para así asegurarte una buena nutrición y, además por sus propiedades, nos pueden ayudar a mejorar el estudio.

5. Recompensarse
Finalmente, vamos a mencionar la mejor parte de fomentar la concentración: la recompensa. Ciertamente, finalizar los estudios va a ser una gran recompensa luego de años de estudio. Pero también es importante darse pequeñas recompensas que nos hagan sentir mejor cuando hicimos las cosas bien, cuando cumplimos con los días y horarios que nos habíamos propuesto, cuando logramos avanzar de cara a nuestros objetivos. Por eso, plantearte pequeñas recompensas cada semana, por ejemplo, puede ser de gran ayuda para motivarse a continuar. Las características de esa recompensa dependerán de los gustos y necesidades de cada persona en particular, pero puede ser desde un paseo, una película, una comida que se prefiera, entre otras cosas.
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