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Café: ¿bueno o malo? Trucos para mantener la concentración ante el estudio

El café es un buen truco para mantener la concentración ante el estudio, pero no el único

Si hay un momento en nuestra trayectoria vital en el que nos volvemos adictos a la cafeína, esa es la etapa universitaria. Y es que para muchos afrontar el día sin una dosis previa de una buena taza de café con el desayuno, supone empezar «cuesta arriba» la jornada.

Hasta aquí el discurso amable sobre la cafeína, pero existe el debate posterior de si sobrepasar esa taza del desayuno o el café de media tarde es bueno o malo para la acelerada vida universitaria. Más aún cuando en vez de esta revitalizante bebida, la sustituimos por preparados y bebidas energéticas. Entonces, ¿el café es bueno para la vida universitaria?, ¿y si no somos cafeteros?, ¿cómo podemos mantener la concentración ante el estudio?

Perjuicios y beneficios del café en el estudiante

 

El café no tiene nada de malo como complemento al desayuno como parte de una alimentación sana. El problema viene como todo en esta vida: cuando lo hacemos en exceso o cuando realmente lo consumimos por una falsa necesidad o incluso «obligándonos» a su consumo («sin este café no soy persona»).

En cuanto a sus propiedades y su relación con el estudio, sus beneficios van más allá de mantenernos despiertos, ya que según prestigiosos estudios neurocientíficos, la cafeína potencia la memoria. Eso sí, estos mismos estudios traen consigo un hábito hasta ahora desconocido para los que habitualmente toman el café antes o durante sus maratonianas sesiones estudiantiles: la cafeína es útil para la consolidación de los recuerdos, no para su fijación, por lo que se concluye que el café nos puede ayudar mejor a retener lo estudiado si lo tomamos después. ¿Sorprendido?

 

Alternativas sanas al café para el estudiante

 

Debemos insistir en que el café tiene propiedades adecuadas para el estudiante debido a sus componentes naturales siempre y cuando no se tome en exceso: un consumo elevado trae consigo consecuencias como acidez estomacal, efectos laxantes, ansiedad y alteraciones del ritmo cardíaco y el sistema nervioso que mezclado con el estrés y la tensión propia de los periodos de estudio se pueden traducir en arritmias, tensión y otros efectos secundarios indeseados y poco saludables.

Por ello y para los que no quieren convertirse en esclavos de esta rica bebida (o simplemente no les gusta), tenemos una serie de alimentos sanos para el estudiante que funcionan a la perfección como sustitutivos del café. Antes de continuar, incidir en lo de alternativas sanas, que como se le adjudica al café, producen un efecto «despertador» en nuestro organismo sin dañarlo. Por ello, hablaremos de alimentos comunes a quienes se le les atribuye esta virtud, nada de productos «milagrosos» ni «superalimentos». La clave de toda «superalimentación» es que sea equilibrada, nutritiva y satisfactoria,

 

Viendo estas tres alternativas al café, podemos intuir cuáles son las claves de un buen sustitutivo sano y que nos mantenga despiertos: que sea nutritivo, que sea energizante y cuyos efectos no sean nocivos. Si en vez un té con limón preferimos uno con menta o incluso agua tibia con limón, no habrá problema alguno en realizar estas modificaciones. Lo importante es encontrar la combinación que mejor nos funcione y nunca sustituir por bebidas procesadas ricas en azúcares o por las mal llamadas energéticas, cuyos efectos secundarios nocivos superan a los beneficios de mantenernos despiertos.

 

 

Trucos para mantener la concentración ante el estudio

 

Ya me he tomado mi taza de café o sustitutivo… ¿Ahora qué?, ¿podré estudiar y mantener la retentiva? La voluntad y la actitud ante el estudio son aún mas claves. Por ello, para que no te vuelvas esclavo de estas fórmulas te recomendamos las siguientes prácticas para mantener la concentración ante el estudio:

 

 

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