La educación universitaria siempre ha sido una plataforma de innovación y cambio. Durante el último siglo, hemos visto cómo las universidades han sido cunas de nuevos descubrimientos, revolucionando todos los ámbitos, desde la medicina hasta la ingeniería, la robótica, las ciencias sociales o la sicología, entre otros. Hoy, un nuevo tipo de revolución está en marcha en las universidades: la revolución de la tecnología digital, cuya irrupción – y meteórico avance, sobre todo, a raíz de la experiencia COVID, que ha digitalizado en gran medida nuestras vidas – está redefiniendo nuestra forma de aprender, enseñar e interactuar dentro del ámbito universitario. Este cambio no se limita a la implementación de edtechs, sino que también implica una transformación de paradigma en la educación.
El Corazón de la Revolución: La Inteligencia Artificial
En el epicentro de esta revolución digital, encontramos a la Inteligencia Artificial (IA), la cual está comenzando a remodelar el modelo educativo tradicional. La IA se está convirtiendo rápidamente en una fuerza disruptiva en el ámbito universitario, alterando la forma en que los estudiantes aprenden y los profesores enseñan. Aprovechando el poder de los algoritmos avanzados y el aprendizaje automático, la IA promete cambiar la educación superior en formas que apenas estamos comenzando a comprender.
Uno de los aspectos más emocionantes de la IA en la educación es su capacidad para adaptarse a las necesidades individuales de los estudiantes. Los sistemas de IA, como los tutores inteligentes, pueden ajustar el ritmo y el contenido de la enseñanza para satisfacer las necesidades específicas de cada estudiante. Esto significa que cada alumno puede aprender a su propio ritmo, reduciendo la frustración y aumentando la retención del conocimiento. No en vano, según un informe de la UNESCO, el 60% de los estudiantes consideran que el uso de la tecnología en el aula mejora su motivación y compromiso.
La IA también puede proporcionar recursos educativos virtualmente ilimitados. Al utilizar bots de IA – esto es, software creado sobre inteligencia artificial que es capaz de realizar diferentes tareas por su cuenta, sin la necesidad de intervención humana –los estudiantes pueden tener acceso a tutorías personalizadas las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Además, la IA puede generar nuevos problemas y escenarios para que los estudiantes resuelvan, proporcionando una fuente inagotable de práctica y aprendizaje.
A su vez,la IA no solo está cambiando la forma en que los estudiantes aprenden, sino también la forma en que son evaluados. Los sistemas de IA pueden valorar automáticamente los trabajos de los alumnos, proporcionando retroalimentación en tiempo real y facilitando que los profesores puedan dedicar más tiempo a las otras facetas de la enseñanza. Además, la IA puede identificar áreas problemáticas para cada estudiante, lo que permite intervenciones tempranas y personalizadas.
Otra de sus grandes ventajas es que la IA tiene el potencial de hacer más accesible la universidad para los estudiantes con discapacidades, ayudándoles a que puedan participar plenamente en la experiencia universitaria con herramientas que van desde tecnologías de lectura en voz alta hasta traductores de lenguaje de señas en tiempo real.
Más allá de la IA: Realidad Virtual, Blockchain, IoT y Big Data
Si bien la inteligencia artificial ha acaparado los titulares, hay muchas otras tecnologías emergentes que también están transformando la universidad tal y como la conocemos. Además, la computación en la nube, las plataformas de servicios, apps, etc., propician un ecosistema que propone cambios sencillos y generalizados incesantemente. Todo ello con una población cada vez con más hábito digital y con acceso permanente al smartphone, ese potente ordenador que todos llevamos en el bolsillo y que cada vez se utilizan más en las aulas.
La realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR) también están demostrando ser herramientas poderosas en la educación superior, permitiendo a los estudiantes sumergirse en entornos y experiencias que de otro modo serían inaccesibles. Desde explorar antiguas civilizaciones en un entorno tridimensional hasta diseccionar un cuerpo humano virtual, estas tecnologías están ampliando los límites del aula tradicional y proporcionando experiencias de aprendizaje inmersivas y participativas, lo que promueve un aprendizaje más profundo y significativo.
Otra tecnología emergente con un gran potencial en la educación superior es el blockchain. Originalmente diseñada para las transacciones de criptomonedas, la tecnología blockchain aplicada en la educación puede usarse en la certificación de títulos y credenciales académicas. Su naturaleza inmutable y transparente garantiza la autenticidad y verificabilidad de los logros, ayudando a facilitar la movilidad estudiantil y mejorar la transparencia en la adjudicación de títulos y calificaciones.
La Internet de las Cosas (IoT), que conecta dispositivos y sistemas a través de la red, tiene el potencial de transformar la infraestructura física de nuestras universidades. Con la IoT, podemos crear “campus inteligentes”, donde todo, desde la iluminación y la calefacción hasta los sistemas de seguridad y mantenimiento, se controla de forma remota y eficiente. Esto puede mejorar la experiencia de los estudiantes y reducir el impacto medioambiental de nuestras instituciones.
Finalmente, la revolución del big data está cambiando la forma en que las universidades toman decisiones y miden el éxito. Al analizar grandes conjuntos de datos, podemos obtener una visión más profunda de cómo los estudiantes aprenden, lo que funciona y lo que no funciona en nuestras instituciones, y cómo mejorar los resultados para los estudiantes de todos los orígenes.
En resumen, estamos presenciando una revolución tecnológica en la educación superior que no solo promete transformar el panorama universitario, sino que lo está haciendo de formas que hasta hace poco eran impensables. Nos encontramos en una encrucijada de inmensas oportunidades donde la implementación de tecnologías educativas avanzadas –o edtechs– tiene el poder de mejorar de manera radical la experiencia de aprendizaje, personalizar el proceso educativo a la medida de cada estudiante, expandir el acceso a la educación a un nivel sin precedentes, preparar a los estudiantes de manera efectiva para un mercado laboral en constante evolución y, por supuesto, fomentar la innovación que siempre ha sido el sello de la educación superior.
En la Residencia Universitaria Sarrià no solo somos conscientes del inmenso potencial que estas tecnologías representan, sino que también nos esforzamos continuamente por estar a la vanguardia de esta revolución. Buscamos incansablemente maneras de integrar estas tecnologías en nuestra comunidad de manera efectiva, beneficiando a nuestros estudiantes en cada paso de su travesía educativa. Estamos comprometidos a empoderar a nuestros estudiantes para que aprovechen al máximo estas herramientas y estén preparados para navegar y triunfar en el futuro que se está forjando hoy.
La revolución tecnológica no es una posibilidad distante, es una realidad tangible que está transformando el mundo ante nuestros ojos. Al adoptar y liderar este cambio, podemos asegurar que nuestras instituciones educativas sigan siendo semilleros de conocimiento, innovación y cambio, preparando a nuestros estudiantes no solo para enfrentar el futuro, sino para crearlo.
Fuentes:
Pedreño, Andrés ( 2022): La revolución digital de las universidades. Nueva Revista.
Rouhiainen, Lasse (2019): How AI and Data Could Personalize Higher Education. Harvard Business Review.
Jirikils, Isaías (2023). El futuro de la educación superior: La integración de tecnologías emergentes y la adquisición de edtechs como clave para el liderazgo.
Foraster, Lucia (2021). El reto de digitalizar la formación superior.
Garcia, C.; Urdiales, G. La realidad virtual reinventa la enseñanza en las aulas universitarias.
https://vivevirtual.es/en/educacion-realidad-virtual/usos-de-la-realidad-virtual-en-universidades/

